Regalo de un nuevo día

Siempre me he preguntado porque Jesús salía temprano a rezar, cuando aún estaba oscuro. Mi mente práctica pensaba que era para aprovechar el tiempo.... Porque durante el día tenía muchas cosas muy importantes que hacer. 

Pero hoy he salido temprano, cuando aún la noche fantaseaba con cubrir el mundo e tinieblas. Y he visto que poco a poco la luz creaba de nuevo cada cosa. La luz me hacia ver los matices de los árboles y la sombra fugaz de los conejos acercándose con curiosidad y huyendo con prudencia. 

La luz hace que vea casa cosa envuelta en una belleza que refleja la eternidad de la Gran Belleza que la ha moldeado y cuidado. 

Y aquí, con el corazón sereno y empapado de la belleza de la vida aún no  maleada por la mano del hombre, aqui bajo el sol del amanecer he tomado conciencia de que Dios ha puesto toda esta belleza en mis manos, me la ha regalado para que haga con ella lo que quiera. 

Mi vida, el cosmos, la belleza, el mismo amor que borbotea a raudales en mi pecho, todo, es un regalo para que haga lo que yo quiero, lo que mi terrible y fascinante libertad decida. 

Puedo comprar o vender la belleza, puedo deformarla de forma grotesca o puedo adorarla con pasión. Incluso puedo falsearla, pervertiría, quemarla....

Pero hoy, en esta mañana, también tengo la gracia de ofrecer esta vida y belleza que se me ha regalado, ofrecerte la a ti Señor de la Vida y la Belleza. 

Sí tu amor infinito me ha regalado todo, lo finito y caduco de mi amor te regala hoy todo. 

Y solo así aprender a amarte como tu me amas.