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¿Qué ves en el corazón?

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  Este viernes es la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús. Este año lo he mirado de una forma nueva y te invito a hacer el mismo ejercicio que he hecho yo. ¿Qué ves en el corazón? Sin duda, la corona de espinas, las llagas de un corazón agraviado, un corazón que no es amado como él ama y ni siquiera recibe agradecimiento o incluso desdén sino que recibe desprecio. Veo las espinas porque quizás estoy mirando mucho las espinas. Pero hay más. El corazón arde. Y no puedo olvidarme de la zarza de Moisés, que arde sin consumirse. L que hace arder es la zarza, quizás lo que hace arder el corazón son precisamente las espinas, la corona cutre y mezquina que le hemos hecho. Por que yo, si me regalan una corona de cartón me enfado mucho mucho, me siento despreciado. Pero Jesús, con la corona de espinas arde de amor. Es como si me dijera "Mira mi corazón", pero mira bien, fíjate en la llama que arde. Y mirando el corazón quizás empiezo a mirar también el mío, a comprender cómo es mi coraz

En Verdad

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 "En Verdad". Cada vez que lo oigo me suena a saludo bíblico. Quizás porque en mi vida cotidiana lo que más se pronuncia es "en apariencia" "como se pueda" "más o menos". A veces me parece vivir en un mundo donde lo corrupto y lo mediocre terminan contagiando todas las facetas de la vida. ¿Quién puede hacer algo en verdad hoy en día? El Triduo Pascual es sin duda la experiencia contraria a lo mediocre y a lo corrupto. Es un largo día de tres días para vivir "en verdad", sin máscaras ni apariencias, sin necesidad de fingir. Sentarse con los amigos a la mesa "en verdad": los pies están sucios, las bocas prometen más de lo que cumplen, la decepción termina entregando el corazón a nuestro mayor adversario. Rezar en el huerto en verdad, sin disimular la angustia; presentarse ante los acusadores en verdad, desarmado de argumentos e incapaz de forzar la libertad humana; recorrer las calles de la ciudad en verdad, como un hombre despr

Día de pedir perdón

 Esta tarde se celebra el Yom Kippur, la fiesta de expiación hebrea (lev 16). Es el día en el que se pide perdón a Dios por alejarnos de él. Es un día tan sagrado que hasta los transgresores y los expulsados de la comunidad pueden formar parte de él. Os dejo una oración que se hace en ese día, nos puede servir para pedir también perdón nosotros. Y os invito a que descubráis que el pueblo hebreo separa radicalmente la petición de perdón de la certeza de la gracia. En la tradición cristiana la conversión no es rechazo al pecado sino que es principalmente ser llamados a la gracia. ANA HASHEM ELOKENU… Por favor Oh, HaShem nuestro Dios y Dios de nuestros padres, que nuestra oración llegue a Ti, y no ignores, nuestro Rey, nuestra súplica. Porque no somos tan insolentes ni tan necios para decir delante de Ti, “HaShem , nuestro Dios y Dios de nuestros antepasados, somos justos y no hemos pecado”. En realidad, hemos cometido transgresiones, iniquidades, y pecados, tanto nosotros como nuestros a

Mónica, Madre, Esposa, Santa, Compañera

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 Se acerca la fiesta de Santa Mónica y quería proponerte una lectura de algunos textos de San Agustín en los que él habla de su madre. Estoy seguro de que, a pesar de los xvi siglos de diferencia vas a encontrar en ella una buena "compañera de camino": madre, esposa, cristiana, santa. Una madre admirada Mi madre, que se nos había juntado con traje de mujer, fe de varón, seguridad de anciana, caridad de madre y piedad cristiana (Confesiones 9,4,8) Mi madre amaba a Ambrosio sobremanera por mi salvación, así como él a ella por la religiosidad y fervor con que frecuentaba la iglesia con toda clase de obras buenas; de tal modo que cuando me encontraba con él solía muchas veces prorrumpir en alabanzas de ella, felicitándome por tener tal madre , ignorando él qué hijo tenía ella en mí, que dudaba de todas aquellas cosas y creía era imposible hallar la verdadera senda de la vida. (Confesiones 6,2,2) "Allí se hallaba mi madre, tu sierva, la primera en solicitud y en las vigilias,

Sábado - Día 10 - Decenario del Espíritu Santo

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 ¡Ven, Santo y Divino Espíritu! ¡Ven como Luz, e ilumínanos a todos! ¡Ven como fuego y abrasa los corazones, para que todos ardan en amor divino! Ven, date a conocer a todos, para que todos conozcan al Dios único verdadero y le amen, pues es la única cosa que existe digna de ser amada. Ven, Santo y Divino Espíritu, ven como Lengua y enséñanos a alabar a Dios incesantemente, Ven como Nube y cúbrenos a todos con tu protección y amparo, Ven como lluvia copiosa y apaga en todos el incendio de las pasiones, ven como suave rayo y como sol que nos caliente, para que se abran en nosotros aquellas virtudes que Tú mismo plantaste en el día en que fuimos regenerados en las aguas del bautismo. Ven como agua vivificadora y apaga con ella la sed de placeres que tienen todos los corazones; ven como Maestro y enseña a todos tus enseñanzas divinas y no nos dejes hasta no haber salido de nuestra ignorancia y rudeza. Ven y no nos dejes hasta tener en posesión lo que quería darnos tu infinita bondad cuand