Sed Compasivos
Evangelio según San Lucas 6, 36-38
[Comentario]
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
- «Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante. La medida que uséis, la usarán con vosotros.»
Comentario
Como vuestro Padre... sed compasivos. La palabra "compasión" es una de las respuestas ante quien pasa "penalidades y desgracias". Otra de las respuestas es la indiferencia y otra es la justificación, cuando consideramos que la persona está sufriendo un mal merecido.
Pero la compasión hace que el sufrimiento (pathos) de quien tengo delante se haga también mi surfrimiento (cum pathos), La compasión establece un vínculo con quien sufre y hace que su sufrimiento sea también mi sufrimiento.
La palabra hebrea para traducir compasión es rahamim, que está emparentada con la palabra rehem, que signfica el útero materno. Una de las respuestas ante el sufrimiento ajeno es la de reconocerlo como sufrimiento propio, como sucede con una madre frente al fruto de sus entrañas.
Y de esta compasión pasamos al juicio, a la condena, al perdón y al dar. Porque la compasión nos hace saltar el vacío que hay entre yo y el otro. Como hace nuestro Padre del cielo, que ha saltado el vacío que nos separaba para reconciliarse con nosotros.
Podríamos ser compasivos para asegurarnos el derecho a recibir compasión. Incluso ser muy muy compasivos para que Dios lo sea generosamente con nosotros. Pero si repasamos nuestra historia nos tenemos que dar cuenta de que Dios ha sido ya compasivo con nosotros. El Antiguo Testamento le recuerda como Dios "Compasivo y Misericordioso", que no se enoja demasiado, que no destruye al pueblo según sus culpas. Y nosotros recordamos la compasión de quien ha entregado a su Hijo por nosotros.
Podríamos ser compasivos para que lo sean con nosotros. Pero también podemos recordar lo compasivos que han sido con nosotros y así ser nosotroso como lo ha sido el Padre con nosotros. Como hacemos cuando rezamos el Padrenuestro y ponemos nuestro perdón a la medida del perdón de Dios.
Perdonamos como tú perdonas. Juzgamos como tú juzgas, damos como tú das, condenamos como tu condenas, amarnos como tú nos amas, como se ama el fruto de las entrañas.
[Comentario]
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
- «Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante. La medida que uséis, la usarán con vosotros.»
Comentario
Como vuestro Padre... sed compasivos. La palabra "compasión" es una de las respuestas ante quien pasa "penalidades y desgracias". Otra de las respuestas es la indiferencia y otra es la justificación, cuando consideramos que la persona está sufriendo un mal merecido.
Pero la compasión hace que el sufrimiento (pathos) de quien tengo delante se haga también mi surfrimiento (cum pathos), La compasión establece un vínculo con quien sufre y hace que su sufrimiento sea también mi sufrimiento.
La palabra hebrea para traducir compasión es rahamim, que está emparentada con la palabra rehem, que signfica el útero materno. Una de las respuestas ante el sufrimiento ajeno es la de reconocerlo como sufrimiento propio, como sucede con una madre frente al fruto de sus entrañas.
Y de esta compasión pasamos al juicio, a la condena, al perdón y al dar. Porque la compasión nos hace saltar el vacío que hay entre yo y el otro. Como hace nuestro Padre del cielo, que ha saltado el vacío que nos separaba para reconciliarse con nosotros.
Podríamos ser compasivos para asegurarnos el derecho a recibir compasión. Incluso ser muy muy compasivos para que Dios lo sea generosamente con nosotros. Pero si repasamos nuestra historia nos tenemos que dar cuenta de que Dios ha sido ya compasivo con nosotros. El Antiguo Testamento le recuerda como Dios "Compasivo y Misericordioso", que no se enoja demasiado, que no destruye al pueblo según sus culpas. Y nosotros recordamos la compasión de quien ha entregado a su Hijo por nosotros.
Podríamos ser compasivos para que lo sean con nosotros. Pero también podemos recordar lo compasivos que han sido con nosotros y así ser nosotroso como lo ha sido el Padre con nosotros. Como hacemos cuando rezamos el Padrenuestro y ponemos nuestro perdón a la medida del perdón de Dios.
Perdonamos como tú perdonas. Juzgamos como tú juzgas, damos como tú das, condenamos como tu condenas, amarnos como tú nos amas, como se ama el fruto de las entrañas.
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