El signo de Jonás

Evangelio según San Lucas - Lc 11, 29-32.
[Comentario]

En aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús, y él se puso a decirles: —«Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás. Como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación. Cuando sean juzgados los hombres de esta generación, la reina del Sur se levantará y hará que los condenen; porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón. Cuando sea juzgada esta generación, los hombres de Nínive se alzarán y harán que los condenen; porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás.»

Comentario
¿Te imaginas que Jesús dijera hoy que los terroristas del Estado Islámico harán que nos condenen el día del Juicio? ¿O que los miembros de las SS harán que nos condenen? Porque los miembros de ISIS reconocen que Dios es grande... y eso que no le conocen, y las inhumanas bestias que dirigían los campos de la muerte reconocían la grandeza de su pueblo.... y eso que no sabían que su auténtico pueblo era muchísimo más grande y muchísimo más santo que la nación aria. Pues si un conocimiento imperfecto de Dios y de la grandeza del ser humano apasiona tanto ¿qué no apasionaría conocer al verdadero Dios, conocer la dignidad de todo el género humano que es pueblo santo de Dios?

Los hombres de Nínive harán que condenen a esta generación.... En la tradición bíblica Nínive viene recordada como la cruel capital del reino asirio, que había conquistado la ciudad de Samaría en el 722 y deportado a diez de las doce tribus de Israel. El profeta Nahum dedica todo su libro a "condenar" a la ciudad de Nínive.

Por eso le sirve al autor del libro de Jonás como perfecto modelo de "paganos que respetan a Dios". Ante la certeza de la destrucción el pueblo de Nínive "cambia de vida". De hecho esta misma imagen de la conversión de los malvados más malvados se encuentra en uno de los comentarios al Éxodo (un midrás llamado Pirkei de Rabi Eliezer 33) que reflexionando sobre el Faraón de Egipto dice que al ver el prodigio del Mar, termina por reconocer el poder de Dios, hace penitencia, se convierte en peregrino y emigra a Nínive... donde será rey y será convertido por la predicación del profeta Jonás.

Reconocer el poder de Dios al ver sus signos....¿pero qué signo? Supongo que la lectura más fácil es la de considerar el signo de Jonás como el prodigio del pez que devora pero que devuelve a la vida a los tres días... y comprender las palabras de Jesús como anticipación de su muerte y resurrección...¿cómo no reconoer el poder inmenso de un Dios que puede rescatar de la muerte? ¿cómo no amarlo?

De hecho esta es la interpretación del evangelio de Mateo (Mt 12,40)..."así estará el Hijo del hombre en el vientre de la tierra". Pero hoy leemos el evangelio de Lucas... y en Lucas no se asocia con la resurrección.... Jonás para Lucas es el símbolo del inmenso amor que Dios tiene por todos los hombres, también por los paganos.

Así que si esta mañana nos sentimos identificados con esa definición de que somos "una generación perversa", si el mundo que nos rodea nos da la impresión de que no puede ser salvado, si nuestra propia vida parece que no tiene solución... miremos el signo de Jonás, leamos la historia de Dios que ama incluso al malvadísimo pueblo ninivita, comprendamos a un Dios que nos ha amado tanto que ha entregado por nosotros a su propio Hijo a la muerte.

El signo de Jonás es que también los paganos, los infieles, los malvados, los mediocres y los desastres somos amados inmensamente por Dios. Y al descubrir esto, al desubrirnos amados por Dios, empezamos a descubrir algo que amar en los otros, en el otro y en mí mismo. Salimos de nuestro pequeño castillo y buscamos al otro porque reconocemos en él algo inmensamente amado por Dios. 

La Reina del Sur y la gente de Nínive no nos condenaran si hemos ido a ellos, si les hemos abierto nuestra vida y les hemos hecho formar parte de "nuestro pueblo" 
Y esto cambia la vida mucho más que contemplar asombrados que los muertos resuciten.

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