Comienza el camino

 “Inútilmente se quita el cuerpo alimento si el espíritu no se aleja del pecado”. (S.León Magno)

Este es un tiempo arcano y santo, no porque hagamos cosas raras que a Dios agrada, sino porque hacemos con más frecuencia las cosas que haríamos si viviéramos cada día con plena libertad.

Es el tiempo de aprender a ser libres de nuestras pasiones e impulsos; el tiempo de ser libres de las voces que tiranizan nuestro corazón y escuchar la única voz que se hace dueña de todo porque lo ama todo, porque lo ha asumido todo.... Y por "todo" podemos entender nuestros sueños y también los miedos, el cansancio y los triunfos, las heridas, las nostalgias, las melancolías, los abrazos, el gozo, la distancia y el agotamiento.... Eso es hacerse hombre, eso es derramar su sangre por nosotros y por muchos.

En fin, que Cuaresma es algo así como la "pretemporada" de los hijos de Dios. El tiempo en que vivimos más como hijos y menos como esclavos, en que nos entrenamos -¡y ahí está la dura disciplina a!- a amar a Dios amando eficaz y efectivamente la imagen de Dios y el cuerpo de Dios que son nuestros hermanas u hermanos, los hombres y las mujeres que cada día encontramos por la vida.

Así llegaremos a la Pascua con el corazón entrenado, dispuesto, fuerte, dinámico, hábil, sensible,.... Y así, un año más, abandonaremos lo viejo en nosotros para revestirnos de lo nuevo....

¡Que tengas un buen camino estos cuarenta días!!!

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