La pedagogía de Dios

Se me atascó la cosa esta del blog y se me han pasado tres semanas sin comentar nada del misterio de la Resurrección. A estas alturas, decir que "Cristo ha Resucitado" no tiene tanto impacto como hace tres semanas. Aún así, me gustaría compartir algo sobre la forma como los evangelios narran el anuncio de la resurrección.

Este año me he quedado bastante obsesionado con el modo como el evangelio de Juan narra el anuncio de la resurrección, en el capítulo 20. 8. El discípulo corre, llega, se asoma. ve las vendas y no entra, espera a Pedro, éste llega, entra, ve.... y comprende.
Dice el texto que el discípulo "vio y creyó".

Si lo analizo por un instante me doy cuenta de que hay dos elementos en el comprender: Primero el dato objetivo, el sepulcro abierto, el cuerpo ausente, las vendas y el sudario "enrollado aparte".Es lo que el discípulo ve, pero son elementos fragmentarios a partir de los cuales se pueden contar muchas historias.Son numerosas las hipótesis que hacen encajar el hecho de la piedra removida, el cuerpo desaparecido.... Lo más interesante es que la hipótesis más plausible sería la del robo (aunque el narrador ha dejado el detalle extraño del sudario enrollado aparte...) claro que se nos olvida lo poco útil que es robar un cadaver....

Lo interesante es que los datos que el discípulo ve sólo se comprenden cuando Pedro entra... y entonces comprende que la realidad que explica todos los datos es que ha resucitado. La mediación de la comunidad como escuela en la que se aprende a ver y se encajan todos los datos queda expresada claramente en el hecho de que todos los encuentros con el resucitado (salvo el de María de Magdala... interesante) tengan lugar en un ambiente comunitario y con un fuerte aroma eucarístico: Ocurren cuando están reunidos  el primer día de la semana, o durante la fracción del Pan, o en el contexto del "pan y el pez" como en Jn 21.

Es la experiencia de vivir en la comunidad cristiana la que demuestra el evento de la resurrección. Y no es porque se enseñe un dogma, o se adoctrine a "creer" lo que no vemos. Sino porque las consecuencias del pecado se desvanecen en la comunidad: las clases sociales se difuminan, la pobreza se elimina, la enfermedad se acompaña, las ofensas se perdonan.Y más allá del nivel sociológico de la experiencia del resucitado surge un nivel personal que, más allá de la psicología, renueva nuestro elemento espiritual: en la vida en la comunidad la persona ve que su vida cambia, que es más fuerte para superar sus debilidades, más capaz de amar y de perdonar, más libre y menos temeroso. Finalmente, en la vida de la comunidad la misma muerte es abrazada como una hermana.

Esto es la experiencia de la resurrección, ahora sí, después que el discípulo ha vivido esto puede mirar las vendas y el sudario y dejarse acompañar por la comunidad que ha recorrido el camino antes que él y le da la clave para encajar todos los elementos, para comprender todo lo que ocurre: "ha resucitado".

Esta es la metodología de Dios: una experiencia que se comparte pero que se debe vivir en primera persona, y al mismo tiempo una comprensión, una forma de entender la realidad que debe ser enseñada de unos a otros, de maestro a discípulo, de hermano mayor a hermano pequeño en una cadena que comenzó hace dos mil años en Galilea y que llega a nosotros y que continúa en nosotros.

Por eso uno puede todavía hoy acercarse a la roca (aunque está un poco decorada alrededor después de tantos años) y arrodillarse en el mismo lugar donde entró el discípulo. Guiado por quien ha caminado delante de mí, entro en la gruta y beso la losa.

Y no es que el sepulcro vacío sea una prueba de la resurrección (¡hay otras hipótesis más verosímiles!) sino que la experiencia de las cosas que suceden en mi vida y en la vida de la comunidad encuentran una explicación completa y plausible en el hecho de que ha resucitado. Y el sepulcro sí es, en este caso, prueba palpable de que ya no hay que buscarle entre los muertos, de que la muerte y el sepulcro no lo pueden contener.

Porque estaba muerto y ahora vive para siempre; y nosotros vivimos con él.... y por eso vivimos para él.

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